“Durante los últimos años hemos diferenciado con mayor notoriedad entre aquellas compañías que organizan sus estructuras desde “adentro hacia afuera”, donde los productos toman el centro de sus acciones, y aquellas que han logrado ganar conciencia de los profundos cambios en la forma en que sus clientes realizan investigación y adquieren productos o servicios actualmente”, asegura nuestro CEO, Cristián Maulén en nuestra reciente nota.
En efecto, durante los últimos 12 meses se redefinió la forma en cómo se establecen las relaciones de compromiso con el cliente, donde por ejemplo, se evidencia un acelerado crecimiento de la venta híbrida, sintonizando con la forma en cómo los consumidores demandan nuevas experiencias, alternando continuamente entre canales digitales y físicos, dejando más que claro que aquellos “viajes” lineales no son más que reliquias del pasado.
Ser empáticos, tomar decisiones a partir de los datos tratados bajo minuciosos estándares éticos y lograr generar vivencias excepcionales son señales claras para las organizaciones en 2022, las que deberán reafirmar sus propuestas de valor con más fuerza.
Es momento de aprovechar las grandes oportunidades de conectar realmente con las personas; orquestar procesos de servicios mediante experiencias memorables que se transformarán en un vehículo para aumentar el valor percibido y fortalecer la adherencia ante escenarios complejos, que permitirán redituar el negocio de la experiencia.