Las organizaciones se encuentran corriendo en una etapa de transformaciones, a la que se han visto forzadas a ingresar. Tanto la pandemia como los conflictos bélicos recientes han jugado un rol crucial en esta presión, dejando consecuencias que las empresas han debido enfrentar cambiando sustancialmente sus estrategias de negocio.
Este contexto tiene características que lo hacen asimilable a una tormenta perfecta, donde diversos factores sociales, políticos y económicos se concentran para generar una combinación de fuerzas opuestas. Para poder continuar en pie en este escenario, se requiere tener en cuenta ciertos aspectos.
En este sentido, la tecnología y la analítica avanzada han tomado un rol de suma importancia, ya que son herramientas que permiten utilizar los datos de forma exacta con el fin de predecir posibles eventos y comportamientos, permitiendo a las empresas mantenerse alerta respecto a sus inversiones y futuros escenarios.
Pero no hay que olvidarse de los colaboradores. ¿Qué papel juegan en este proceso de transformación? Para que un cambio se mantenga en el tiempo, es necesario contar con empleados comprometidos con la corporación y con una cultura que los apoye a largo plazo, fomentando así su compromiso con la organización.
Bajo esta misma línea, la sustentabilidad también es parte de este proceso. Repensar el negocio implica tomar conciencia de aquellas “actividades que dañan el planeta” y de considerar la importancia que ha desarrollado esta problemática para los consumidores, quienes hoy le exigen a las empresas tomar cartas en el asunto.
Llegó el momento de hacerse la pregunta: ¿cuenta su organización con estos tres pilares? Si la respuesta es positiva, siéntase satisfecho con su proceso de transformación; pero si es negativa, esté en alerta, porque puede que algo no vaya por buen camino.