En un mundo donde la tecnología y la información avanzan a pasos agigantados y el cliente es cada vez más voluble, el liderazgo comercial se erige como el timón que guía a las organizaciones a través de mares más turbulentos.
En este paisaje dicotómico, donde los tiempos parecen contradecir la realidad requerida, los líderes comerciales de las compañías deben trazar una hoja de ruta que fusione la visión de largo plazo con las demandas inmediatas. Es evidente que la dualidad de estas metas exige una habilidad innata para equilibrar el presente y el futuro, destacando así la necesidad de roles activos que no solo vean, sino que prevean.
Para que ello ocurra, es esencial despojarse de las viejas percepciones. Pasar de percibirlos como simples “representantes de la marca” y adoptar un enfoque polifacético que sea transversal y abarque gerencia, clientes y negocios; donde familiarizarse con términos como tráfico, conversión y fidelización sea la panacea y que estas y otras métricas sean faros que iluminan el camino hacia el éxito comercial.
De esa forma, mitigamos experiencias frustrantes como cuando José Ignacio cotizó un automóvil por internet con opción de contacto digital y lo llamaron insistentemente por teléfono y al no contestar desestimaron su solicitud. O cuando Teresa dejó de recibir respuestas de su ejecutivo asignado por intentar resolver las innumerables dudas que surgieron ante una decisión importante para ella como la compra de un departamento.
La era digital no es simplemente una evolución, sino una revolución que nos invita a remodelar las empresas y convertirlas en verdaderos negocios digitales con grandes experiencias..
¿Estás preparado para hablar de Adaptación?