Hablar de cambios es hablar de resiliencia, saber sobreponerse a entornos complejos y contradictorios dejando en evidencia toda nuestra capacidad de adaptación. De eso hemos aprendido en CustomerTrigger durante los últimos tres años, donde no solo nos vimos desafiados a nivel organizacional, sino también a nivel personal, donde la historia de cada colaborador la hacemos y sentimos nuestra. Esa es parte de nuestra filosofía.
Hoy, ver cómo analistas de mercado visualizan el 2023 es proyectar más de lo mismo; un futuro pesimista desde todas las perspectivas, pero desde nuestra vereda queremos hacer nuevamente algo distinto, salirnos del libreto, algo arriesgado pero alineado con nuestros valores más profundos, pensando en construir un mejor futuro para nuestra sociedad.
Soy consciente que evolucionar supone tomar decisiones complejas, muchas veces despojarnos de lo que creímos ser para reencontrarnos con nosotros mismos, con nuestra propia esencia. Y nuestra esencia es precisamente construir relaciones, construir estrategias, construir experiencias. Por esta razón, hemos tomado la determinación de dar un salto importante en nuestra línea de servicios centrándonos en lo que nosotros creemos –y estamos seguros de ello– que las organizaciones necesitan para hacer a las personas, sus clientes, más felices.
Desde esa vereda, visualizamos un nuevo comienzo con tres grandes demandas de nuestros propios clientes. Lo primero es poder gestionar y transformar los datos en información relevante para la toma de decisiones de las compañías. Lo segundo es poner foco en el relacionamiento, en un contexto donde las personas demandan relevancia a partir de servicios personalizados. Y lo tercero es enfocarnos en fortalecer la adherencia de los clientes, poner foco en cómo liderar estratégicamente la lealtad de consumidores cada vez más volubles.
Nuestra energía estará puesta en hacer las cosas diferente. Somos CustomerTrigger, donde hay Datos, nosotros vemos Relaciones.
Por Cristián Maulén, CEO de CustomerTrigger